Durante los conflictos, los desastres naturales y otras emergencias, las necesidades de salud sexual y reproductiva se pasan por alto con facilidad; sin embargo, estas necesidades a menudo son asombrosas. En situaciones de crisis, una de cada cinco mujeres en edad fértil es probable que esté embarazada. Sin acceso a servicios de salud reproductiva, estas mujeres enfrentan a un mayor riesgo de complicaciones potencialmente mortales. Muchas mujeres también pierden el acceso a los servicios de anticoncepción, exponiéndolas a embarazos no deseados en condiciones peligrosas. Las mujeres y los jóvenes también se vuelven más vulnerables a la violencia sexual y la explotación. Además, las necesidades de higiene de las mujeres y las niñas a menudo se descuidan.
El UNFPA colabora estrechamente con gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, organizaciones comunitarias y otros socios para garantizar que la salud reproductiva se integre en las respuestas de emergencia. El UNFPA despliega suministros de higiene, suministros obstétricos y de planificación familiar, personal capacitado y otro tipo de apoyo para las poblaciones vulnerables, y trabaja para garantizar que las necesidades de las mujeres y los jóvenes sean atendidas tanto en una emergencia como en la fase de reconstrucción.
