Bogotá D.C., octubre 11 del 2024. El Día Internacional de la Niña se conmemora hace 13 años con el objetivo de fortalecer el reconocimiento de sus derechos y visibilizar la importancia de su participación en la sociedad y de fortalecer las oportunidades para su pleno desarrollo. Así mismo, esta fecha permite generar reflexiones y visibilizar los desafíos únicos a los que se enfrentan las niñas, con el propósito de generar compromisos y tomar acción para la garantía de sus derechos.
En esta oportunidad, el UNFPA Colombia quiere reiterar el llamado a erradicar prácticas nocivas como los matrimonios infantiles, las uniones tempranas y forzadas (MIUTF) y la mutilación genital femenina (MGF). Estas prácticas son violencias por razones de género que aumentan la vulnerabilidad a otras violaciones de Derechos Humanos de las niñas, y están basadas en el ejercicio de control del cuerpo y la sexualidad, limitando su autonomía, bienestar y desarrollo.
En América Latina y el Caribe, 1 de cada 5 niñas y adolescentes está o ha estado unida de manera temprana (UNICEF, 2022). Para 2018, según datos del Censo de Población y Vivienda, en Colombia el 4.8% de las niñas y adolescentes entre 10 y 17 años reportaron estar o haber estado en algún tipo de unión, es decir, estar casadas, en unión libre, separadas, divorciadas o viudas (UNFPA, 2022). Las niñas y adolescentes en situación de pobreza, con menor escolarización, en poblaciones rurales y con pertenencia étnico-racial son quienes más probabilidad tienen de verse inmersas en una unión temprana.
Por otra parte, UNFPA calcula que en todo el mundo más de 68 millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a la práctica de la mutilación genital femenina entre 2015 y 2030. En Colombia, pese a los esfuerzos institucionales y comunitarios que se han llevado a cabo, no hay una recopilación sistemática de datos que permitan un análisis riguroso acerca de sus orígenes, motivos y consecuencias, y que direccionen su abordaje.
Se conoce, sin embargo, que esta práctica afecta de manera particular a niñas pertenecientes a algunas comunidades étnicas y que está basada en razones socioculturales que buscan el control del cuerpo y la sexualidad de las mujeres, poniendo en riesgo sus vidas y con graves consecuencias para su salud sexual y reproductiva a corto, mediano y largo plazo.
Estas prácticas nocivas afectan desproporcionadamente a las niñas y adolescentes, impidiendo el disfrute de la infancia y la adolescencia, generando riesgos para su salud, vida e integridad física, dificultando la plena realización de sus proyectos de vida y el ejercicio de sus Derechos Humanos, incluidos los derechos sexuales y derechos reproductivos. Así mismo, reproducen ciclos de pobreza, exclusión, violencia y discriminación hacia las mujeres, limitando su libre desarrollo, autonomía y obstaculizando su acceso al capital social, económico y a su poder de decisión.
El Fondo de Población de Naciones Unidas - UNFPA - se propone lograr un mundo en el que existan cero violencias por razones de género y prácticas nocivas, asegurando oportunidades para el desarrollo de las niñas, adolescentes y mujeres y la consecución de los objetivos de la agenda 2030, en especial la meta 5, alcanzar la igualdad de género.
Para lograrlo, es indispensable transformar las prácticas sociales y culturales que permiten estas prácticas nocivas, así como contar con políticas públicas robustas e integrales, que involucren a las instituciones y a las familias y la comunidad para prevenirlas. En esta política es fundamental fortalecer el ingreso de las niñas y adolescentes al sistema educativo y promover su permanencia, así como implementar estrategias de fortalecimiento de su autonomía y el empoderamiento frente al ejercicio de sus derechos, en especial el derecho a crecer libres y seguras.
Mayores informes:
- Diego Muñoz
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