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Comunicado de prensa

 

Bogotá, octubre 11 de 2022. En Colombia, se estima que en 2022 hay 1.942.999  niñas (10 - 14 años) y 1.997.170 adolescentes (15 - 19 años). Estas niñas y adolescentes enfrentan situaciones de riesgo y vulneración de sus derechos humanos fundamentales, incluidos sus derechos sexuales y derechos reproductivos - DSDR. Las violencias basadas en género - VBG - y prácticas nocivas como los matrimonios infantiles y uniones tempranas y forzadas - MIUTF -, así como la mutilación genital femenina - MGF[1] -, se han convertido en problemáticas que afectan de manera diferenciada a las niñas y adolescentes en su salud, bienestar y desarrollo de proyectos de vida.

 

En 2021, aproximadamente 44 niñas y adolescentes sufrieron violencia sexual a diario siendo el 81% del total de las víctimas. Históricamente, el mayor registro se ha dado en niñas de 10 a 14 años, y en 2021, fueron el 43% del total de las víctimas. Los entornos en los cuales deberían estar seguras, son espacios de alto riesgo para ellas: el 51,1% de sus victimarios fueron familiares y el 18,2% conocidos[2]. La violencia sexual, además de las afectaciones físicas, emocionales y psicológicas, expone a las niñas a embarazos. En 2021 se registraron 13 nacimientos diariamente de niñas menores de 14 años, los cuales se entienden como producto de una violación dado que todo acto sexual con menores de 14 años en Colombia constituye un delito. Tener un embarazo en la infancia y adolescencia tiene impactos durante todo el curso de vida, ya que se correlaciona con la deserción escolar, pobreza, así como mayor riesgo de otras VBG.

 

Según datos del Censo 2018, el 4,8% de niñas y adolescentes entre los 10 y 17 años, alrededor de 137.811, se encontraban o habían estado en algún tipo de unión. Esta práctica se profundiza entre aquellas que viven en zonas rurales, tienen pertenencia étnica indígena, negra, afrodescendiente, raizal o palenquera, y no tienen ningún nivel de escolaridad.

 

Todas las manifestaciones de violencia en contra de niñas y adolescentes perjudican el desarrollo de cada etapa de su vida. Estas violencias las obligan a asumir responsabilidades de adultas para las cuales no están preparadas física, ni psicológicamente, y les generan daños irreversibles en su salud física, sexual, reproductiva y mental.

 

Por lo anterior, son necesarias medidas efectivas de prevención y atención de las violencias en todos los entornos en los que las niñas y adolescentes permanecen, especialmente en entornos familiares, comunitarios y educativos, que están llamados a ser entornos seguros. También es fundamental tener acceso a educación integral en sexualidad, dentro y fuera de la escuela, que les permita a ellas, y a las personas de su entorno, tener herramientas e información para tomar decisiones autónomas frente a su sexualidad y reproducción. De igual manera, se debe asegurar su acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, sin discriminación.

 

Hoy, Día Internacional de la Niña, el Fondo de Población de Naciones Unidas - UNFPA -, urge a garantizar los derechos sexuales y derechos reproductivos de todas las niñas y adolescentes en el país.

 

 

 

 

[1] Según datos recolectados por SIVIGILA a noviembre de 2021, el 94% de las víctimas fueron menores de 18 años.

[2] Medicina Legal, 201. Examen médico legal por presunto delito sexual 2021. Recuperado de: https://www.medicinalegal.gov.co/cifras-de-lesiones-de-causa-externa