Bogotá, marzo 8 de 2022. En 1975, las Naciones Unidas conmemoraron esta fecha por primera vez, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer y la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, en la cual se estableció un plan de acción mundial en favor de la igualdad de género y el progreso de las niñas y mujeres[1]. Inicialmente este día fue la oportunidad para conmemorar la lucha de esta población y las organizaciones feministas por el reconocimiento y la garantía de sus derechos laborales. Desde entonces, se ha ampliado a la reivindicación de más derechos, como los sexuales y reproductivos, y ha promovido la participación social y política en condiciones de igualdad.
A la fecha, no son menores los avances para la materialización de derechos de las mujeres en los ámbitos económico, político, cultural y social. Sin embargo, persisten brechas que impiden que todas las mujeres, jóvenes, adolescentes y niñas gocen de una plena garantía de sus derechos y autonomías en igualdad de condiciones.
Incluso, la vida, la integridad y salud física y mental de las mujeres sigue corriendo peligro como consecuencia de las manifestaciones de discriminación y violencias por razones de género. De manera preliminar, Medicina Legal ha registrado durante enero del 2022 a 1.400 mujeres víctimas de violencia sexual, 79% de ellas menores de 18 años y 2.144 mujeres víctimas de violencia por parte de su pareja[2].
Asegurar que las niñas, adolescentes y mujeres puedan vivir sin violencia y que sus derechos sexuales y reproductivos se garanticen es imperativo para materializar sus derechos laborales y autonomía económica. Las mujeres enfrentan fuertes barreras institucionales y manifestaciones de violencia que les impiden o dificultan el acceso en igualdad de condiciones al mercado laboral, y limitan la generación de recursos para desarrollar sus proyectos de vida. Evidencia de la brecha laboral entre mujeres y hombres es la tasa de desempleo: para el mes de enero de 2022 las mujeres tuvieron una tasa de desempleo de 19.4%,llegando a ser 8,2 puntos porcentuales más alta que la de los hombres, quienes tiene una tasa de 11,2%[3].
La afectación de las mujeres tanto en el acceso como en la permanencia, la formalidad e igualdad de remuneración y las condiciones en el ámbito laboral tienen una fuerte relación con sus derechos sexuales y reproductivos. Las mujeres siguen siendo discriminadas por temor al impacto de la maternidad en la productividad[4], y adicionalmente tienen menos posibilidad de acceder a empleos formales o de tiempo completo, o sencillamente tienen que lidiar con la sobrecarga de trabajo que implica contar con un empleo y realizar las labores de cuidado no remuneradas. Por ejemplo, entre septiembre de 2020 y agosto de 2021, las mujeres entre 30-39 años dedicaron 10 horas y 47 minutos diarios a actividades de trabajo no remunerado, mientras los hombres de la misma edad dedicaron 3 horas y 51 minutos a estas actividades[5]. También se ha identificado que la maternidad temprana puede limitar el acceso a estudios, a su vez impactando la calidad y remuneración de empleos futuros. El estudio Milena del UNFPA (2020), reveló que las mujeres que tuvieron hijos/as en la adolescencia ganan en promedio 23% menos que las mujeres que tuvieron hijos/as como adultas jóvenes[6]. Por esto, la maternidad temprana es considerada un factor que refuerza los ciclos de pobreza, y su prevención con un abordaje integral es vital para alcanzar la igualdad de género y garantizar los derechos y autonomías de las mujeres en todas las edades, incluidos los derechos sexuales y reproductivos.
En este contexto, se destaca que la participación política y pública de las mujeres en igualdad de condiciones es de la mayor relevancia para la materialización de sus derechos. En el Estado colombiano, el 44,7% de los cargos directivos son ocupados por mujeres. Sin embargo, entre más se asciende en la jerarquía de los cargos, la participación de las mujeres se reduce, y así mismo se reduce la posibilidad de garantizar que los asuntos y necesidades de las niñas, adolescentes y mujeres sean priorizadas[7], incluidas las necesidades relacionadas con sus derechos laborales.
Sin pasar por alto el panorama y los retos descritos, UNFPA celebra los logros alcanzados por las mujeres en materia de derechos, incluidos sus derechos laborales, sexuales y reproductivos, que han permitido a las mujeres de todas las edades vivir mayores condiciones de igualdad, y son además un legado para las futuras generaciones que continuarán por la no discriminación y el pleno reconocimiento de derechos.
En esta lucha no se debe olvidar que las mujeres son diversas, y visibilizar las necesidades, las violencias y las barreras que enfrentan las niñas, mujeres trans, mujeres campesinas, mujeres afrodescendientes e indígenas, entre otras; es fundamental para lograr efectivamente el cierre de brechas de las mujeres más dejadas atrás, para contribuir a la paz y el desarrollo, y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el igualdad de género y empoderamiento de las niñas y adolescentes.
En el Día internacional de la Mujer, el Fondo de Población de las Naciones Unidas - UNFPA, insta al conjunto de la sociedad para que de manera urgente continúe trabajando en el cierre de las brechas que históricamente han violentado y discriminado a las mujeres, y recurrentemente les han impedido el ejercicio de sus derechos.
[1] Naciones Unidas, sf. Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo. Recuperado de: https://www.un.org/es/observances/womens-day/background
[2] Instituto Nacional de Medicina Legal, 2022. Observatorio de violencias. Cifras preliminares de lesiones de causa externa en Colombia. 2022. Recuperado de: https://www.medicinalegal.gov.co/cifras-de-lesiones-de-causa-externa
[3] DANE, 2022. Mercado Laboral principales resultados enero 2022. Recuperado de: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/pres_web_empleo_rueda_prensa_ene_22.pdf
[4] Raymundo M Campos-Vazquez, Carolina Rivas-Herrera, Eduardo Alcaraz, Luis A Martinez (2021). “The effect of maternity on employment and wages in Mexico”. Applied Economics Letters. Kleven, Henrik, Camille Landais Jakob Egholt Søgaard (2018) “Children and gender inequality: Evidence from Denmark.” NBER Working Paper Series No. 24219. Disponible en: https://www.nber.org/papers/w24219. Bertrand, Marianne, Claudia Goldin, and Lawrence F. Katz (2010). “Dynamics of the Gender Gap for Young Professionals in the Financial and Corporate Sectors”. American Economic Journal: Applied Economics 2 July: 228–255. Disponible en https://scholar.harvard.edu/files/goldin/files/dynamics_of_the_gender_gap_for_young_professionals_in_the_financial_and_corporate_sectors.pdf. Banco de España (2020) “ The child penalty in Spain”. Documentos Ocasionales N.º 2017. Disponible en https://www.bde.es/f/webbde/SES/Secciones/Publicaciones/PublicacionesSeriadas/DocumentosOcasionales/20/Files/do2017e.pdf
[5] DANE, 2021. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT). Recuperado de: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema-2/pobreza-y-condiciones-de-vida/encuesta-nacional-del-uso-del-tiempo-enut
[6] UNFPA, 202. Estudio MILENA: Consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente y la maternidad en la adolescencia en Colombia. Recuperado de: https://colombia.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/informe_milena_colombia-v9.pdf
[7] DANE, CPEM, ONU Mujeres, 2020.Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia. Recuperado de: https://colombia.unwomen.org/sites/default/files/Field%20Office%20Colombia/Documentos/Publicaciones/2020/11/Mujeres%20y%20Hombres%20brechas%20de%20genero.pdf