Mi nombre es Juanita Díaz Torres, una mujer bogotana de 27 años. Hace ocho años sufrí abuso sexual por parte de un compañero de la universidad. Este acto marcó mi vida, y luego de años de reconstruirme encontré sentido en trabajar para poder impactar la vida de personas que les haya sucedido lo mismo y que quieran transformar el dolor en una nueva oportunidad. Comprendí que el primer paso es visibilizar la violencia a través del activismo para tomar conciencia y acción.
Desde el 2015 inicié mi trabajo de activismo desde las artes visibilizando la violencia sexual en las universidades, porque es una epidemia y está invisibilizada y silenciada. Hay que hacer ruido para empezar a despertar consciencia en nuestra sociedad.
Inicié mi activismo con un movimiento llamado Insistencia y orientado a hacer acompañamiento a víctimas de violencia sexual a través de nuestro programa Sanar Creando, y a hacer prevención a través de programas educativos. A través de la canción “Despegas”, pude plasmar la importancia de hablar de la violencia sexual desde el empoderamiento y la transformación del dolor, y consolidé un activismo en el que canté todos los jueves del primer semestre de 2015 frente al salón donde me abusaron. Allí también invitaba a varios colectivos, creando un entorno pedagógico por medio de intervenciones en las que explicábamos qué es género, qué es feminicidio y qué es violencia sexual.
Gracias al trabajo que he realizado fui reconocida como una de las 50 líderes transformadoras de Bogotá, en diferentes campos, a través de procesos sostenibles.
Durante este proceso me he encontrado con diferentes retos que he podido superar y han sido motivo de aprendizaje; en los que resaltó el aprender a perdonar, soltar y honrar el pasado para avanzar, el apoyo de la universidad en el proceso penal que emprendí después del abuso y lograr que mi empresa sea financieramente sostenible para poder seguir realizando este trabajo en Colombia y otros países.