Día Internacional de la Mujer
8 de marzo de 2018
Mensaje del Fondo de Población de las Naciones Unidas –UNFPA- en Colombia
El Día Internacional de la Mujer es la ocasión para reflexionar sobre los derechos de las mujeres y sobre el proceso cultural que ha sido necesario recorrer con el impulso de los movimientos sociales para tener igualdad de derechos. Fueron las mujeres quiénes en la década de los sesentas en el siglo XX, cuestionaron la desigualdad frente a los hombres en relación con las decisiones para el ejercicio de la sexualidad; y evidenciaron cómo la falta de control sobre sobre sus cuerpos limitaban cualquier posibilidad de ejercer el derecho a la libertad y de tener participación política. Las reivindicaciones de los movimientos de mujeres también coincidieron, en los años sesentas, con el desarrollo y la comercialización de la píldora anticonceptiva en EE UU, que permitió a las mujeres ser autónomas en la decisión de tener o no hijos o hijas, cuántos y con qué frecuencia, así como con la creación de los primeros centros para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva.
Han pasado casi seis décadas desde que las mujeres tienen la posibilidad de la anticoncepción y aun cuando es un derecho que hace parte de los derechos sexuales y reproductivos, muchas de ellas todavía no pueden acceder a él a causa de la pobreza, de no tener acceso a la información, de ser víctimas de violencias basadas en género y de la insuficiente cobertura de los servicios en salud sexual y reproductiva.
En Colombia, son las mujeres rurales quienes tienen menos posibilidades de acceso a la salud y a los derechos sexuales y reproductivos porque existe una brecha de desigualdad profunda en relación con el nivel de ingresos que las sitúa en el quintil bajo y más bajo de riqueza.
Es una responsabilidad asumir el compromiso para disminuir la brecha de desigualdad que tienen las mujeres, especialmente las mujeres del área rural. Una mujer que no tenga la posibilidad de tener el control sobre su sexualidad y el acceso a métodos de anticoncepción está en desventaja para realizar su proyecto de vida y desarrollar el capital social que podría forjar a través de la educación y el trabajo remunerado.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas –UNFPA- tiene el compromiso de erradicar la pobreza y disminuir las brechas de desigualdad para contribuir a que cada embarazo sea deseado, cada parto sea seguro y para erradicar las prácticas nocivas representadas en los matrimonios infantiles, las uniones tempranas y la mutilación genital femenina que afectan a las niñas y a las mujeres. Las prácticas nocivas vulneran los derechos sexuales y reproductivos y constituyen una forma de violencia sexual.
Para cerrar la brecha de desigualdad es necesario impulsar una transformación cultural y educativa edificada en el establecimiento de relaciones de género que involucre a los hombres y que esté fundamentada en la dignidad, la no discriminación y el respeto por los derechos de las niñas y las mujeres, que constituyen más de la mitad de la población que tiene Colombia.
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