Soy Adriana Cely, bogotana y trabajadora social. Defensora de los derechos de las mujeres y activista de la Ley 1761 contra el feminicidio. Mi trabajo inicia en mayo de 2012 con el ataque y el feminicidio de mi hermana Rosa Elvira Cely.
Lo sucedido con mi hermana me hizo reflexionar sobre este problema que aqueja a todas las mujeres en todo su curso de vida, y sobre la necesidad de visibilizar todos los tipos de violencia normalizadas y naturalizadas históricamente. Lo anterior me llevó a buscar, desde el dolor, herramientas para la no repetición.
Considero que los logros contra las violencias están sujetos a muchas variables, como lograr sanar y levantarnos entre todas y todos. Más que lograr tener una Ley con el nombre de mi hermana, es muy importante implementarla y promoverla en el ámbito social; además de crear redes de apoyo en todo el país para que las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia sepan que no están solas.
Los retos más complejos que afronto son los personales, lo que implica enfrentarse a lo institucional, la percepción de las personas, los roles establecidos para mujeres y hombres y el machismo arraigado tanto en la cultura como en las instituciones.
Para continuar con mi activismo necesito compromiso político, social y garantías de no repetición; y lo más importante: oportunidades para nosotras las mujeres.