Si bien el campo de los derechos humanos sexuales y reproductivos incluye en gran medida los temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, no es posible garantizar su abordaje únicamente desde el sector salud sino que, por el contrario, amerita una actuación coordinada e integrada entre distintos actores políticos, institucionales y sociales. Esto señala la pertinencia de generar un modelo que permita, más allá del cumplimiento de las competencias sectoriales,armonizar la acción para obtener mayor efectividad y eficiencia.