Naciones Unidas, gobierno nacional y organizaciones indígenas se reúnen para acordar acciones que prevengan la muerte materna y neonatal
- Mortalidad materna en comunidades indígenas es la más alta del país (5 veces más que el promedio nacional).
- El bajo nivel educativo de las gestantes, su poco conocimiento sobre el embarazo, parto y posparto, las barreras geográficas, económicas, culturales y de calidad de la atención en salud son causas de las altas tasas de mortalidad materna y neonatal indígena.
- Naciones Unidas (UNFPA, UNICEF, OPS/OMS y PMA), la ONIC y el Ministerio de Salud y Protección Social trabajan juntos para que los servicios de salud respondan adecuadamente a las mujeres gestantes y recién nacidos indígenas, y se prevengan las muertes.
- Reducir la mortalidad materna y neonatal en pueblos indígenas es aportar a la disminución de brechas e inequidades a nivel territorial y se convierte en un valioso aporte a la construcción de paz.
VALLEDUPAR, Colombia. 20 de octubre de 2016. En el primer Encuentro internacional de buenas prácticas interculturales en salud materna y neonatal indígena, realizado el 20 y 21 de octubre en Valledupar por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Nacional Indígena (ONIC) y el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS), se dieron cita 100 representantes de 19 pueblos indígenas de Colombia, funcionarios del sector salud, cooperación internacional y experiencias provenientes de Ecuador, Guatemala, Perú y África, para acordar acciones que reduzcan la mortalidad materna y neonatal en comunidades indígenas, que es la más alta del país.
La finalidad del Encuentro se enfocaba en acordar acciones para reducir la mortalidad materna y neonatal en comunidades indígenas. Asuntos relacionados con muerte materna, pobreza, conflicto armado, experiencias comunitarias y la baja relación entre saberes ancestrales y prácticas modernas en cuanto a salud materna, ocuparon un importante lugar en la agenda del encuentro.
Colombia avanzó significativamente en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, por ejemplo logró alcanzar la meta de reducción en un 55% de la mortalidad infantil; sin embargo la meta prevista en el ODM 5 de reducir la mortalidad materna a 45 por cada 100.000 nacidos vivos en el 2015 no se alcanzó.
La supervivencia materna e infantil sigue siendo un reto en muchos territorios y se considera un problema de salud pública en Colombia, con grandes brechas entre regiones y personas según su riqueza y su ubicación rural o urbana. En la actualidad siguen muriendo aproximadamente 400 mujeres al año por causas asociadas al embarazo y el parto, y la tasa de mortalidad materna por cada 100 mil nacimientos se sitúa en 55 para el año 2015. Esto es especialmente crítico en las madres adolescentes y en los pueblos indígenas: 1 de cada 5 madres que fallece tiene entre 10 y 19 años de edad y 1 de cada 4 muertes ocurre en población indígena.[i]
En promedio, en mujeres indígenas la tasa de mortalidad materna es 5 veces superior a la nacional: mientras en el año 2013, dicha mortalidad se ubicó en 55.2 x 100.000 nacidos vivos en el país, para las mujeres indígenas fue de 355.6 x 100.000 nacidos vivos.[ii]
Se ha evidenciado la relación de la muerte materna con la vulnerabilidad de comunidades expuestas a la pobreza, al conflicto armado, a proyectos minero energéticos, a la violencia, la discriminación hacia las mujeres, y las deficiencias nutricionales que influyen directamente en su salud y su vida. De hecho, el acceso a alimentos nutritivos antes y durante el embarazo, previene deficiencias nutricionales como la anemia, que en poblaciones indígenas afecta a 1 de cada 5 mujeres, afectando el desarrollo cognitivo y el crecimiento físico de los niños y ocasiona partos prematuros.
El bajo nivel educativo de las gestantes, su poco conocimiento sobre el embarazo, parto y posparto, las barreras geográficas, económicas y de calidad de la atención en salud son causas de las altas tasas de mortalidad materna indígena. Influyen también el no reconocimiento de los signos de alarma por parte de las mujeres y sus familias, decisiones tardías para asistir a los servicios de salud, barreras administrativas para el acceso a los servicios, no disponibilidad de transporte, remisiones tardías a los niveles de mayor complejidad y deficiencias en la atención de la emergencia obstétrica, del parto y el posparto.
Falta, además, una adecuación cultural de los servicios de salud pues se han evidenciado malos tratos hacia las indígenas en las instituciones, tiempos de espera prolongados y falta de intérpretes de lenguas autóctonas al interior de los servicios.
Por ello, las agencias de Naciones Unidas, la ONIC y el Ministerio de Salud y Protección Social trabajan juntos para intercambiar conocimientos culturales que logren acercar las diferentes visiones sobre la salud materna y neonatal de los pueblos indígenas y del sistema occidental de salud, de manera que los servicios de salud hagan los ajustes necesarios para responder adecuadamente a las realidades y necesidades de las mujeres gestantes y neonatos indígenas, y así se prevengan las muertes.
Parte de esta transformación implica que el sistema occidental de salud reconozca y articule a los agentes tradicionales de las comunidades (médicos tradicionales, parteras(os), comadronas, curanderos(as), hierbateros(as) y hueseros) y su papel fundamental en la reducción de la mortalidad materna y neonatal. También es necesario que se reconozca la importancia de una buena alimentación basada alimentos y especias nativas para mantener la salud y preservar conocimientos ancestrales. Tal es la apuesta del Sistema de Salud Propio Intercultural (SISPI), impulsado por el gobierno nacional en cabeza del Ministerio de Salud.
Durante los dos días del Encuentro internacional de buenas prácticas interculturales panelistas expertos de Colombia, Perú, Guatemala y Ecuador, así como representantes de las comunidades indígenas debatieron y compartieron experiencias significativas que permitirán reducir el número de muertes maternas y neonatales indígenas, evitar la pérdida de saberes medicinales ancestrales y garantizar los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, partiendo desde la interculturalidad y la igualdad de género.
Para más información, favor contactar a:
Grace Torrente, Consultora de comunicaciones UNFPA
torrente@unfpa.org/ 3125567560
Silsa Arias, Comunicadora ONIC
matilde.martinez5@yahoo.com / 3182174569
[i] (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe Objetivos de Desarrollo del Milenio. 2015.)
[ii] (Ministerio de Salud y Protección Social; Estrategia para reducir la mortalidad materna en zonas rurales-dispersas de Colombia. Diciembre 2015).