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Reducir las brechas de desigualdad, alcanzar el desarrollo y construir una paz duradera será posible cuando todas las personas, sobre todo aquellas que están en los territorios más apartados del país, puedan hacer efectivos sus derechos humanos como el derecho a la salud. 

El 19 de abril de 2018 en la ciudad de Popayán se hizo la socialización de avances del proyecto ‘Salud para la Paz, fortaleciendo comunidades’, una iniciativa que reúne esfuerzos interagenciales entre la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y el Ministerio de Salud y Protección Social; con el apoyo del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Posconflicto (MPTF).

La socialización que tuvo lugar en la Universidad Colegio Mayor del Cauca en la ciudad de Popayán a partir de las 10:00 a.m., contó con la presencia del Ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, el Coordinador Residente de las Naciones Unidas, Martín Santiago y la lideresa de la Vereda San Ignacio del Municipio de Buenos Aires, Cauca, Jennifer Fernández Medina.

 

El ministro Alejandro Gaviria habló de la importancia de fortalecer las comunidades para cerrar las brechas en salud que hay entre las zonas rurales y urbanas: “la salud es una construcción colectiva que se necesita para fortalecer a las comunidades (…) fortaleciendo las comunidades es como vamos a cambiar la realidad. No hay otra forma”.

Para el coordinador residente, “los beneficios de la paz deben traducirse en progreso y bienestar, lo que quiere decir que los esfuerzos deben estar avocados a tratar las deudas y el déficit histórico que ha vivido el país, para disminuir las brechas de pobreza, exclusión y discriminación, barreras que han negado derechos como el de la vida y la salud (…) La paz es un proyecto de todos y debe ser apropiada por las comunidades y este proyecto tiene gran significación en este tema. Trabajando juntos podemos alcanzar resultados concretos para lograr el derecho a la salud”.

‘Salud para la Paz, fortaleciendo comunidades’ es un proyecto que busca fortalecer las capacidades del personal de la salud de los hospitales locales y de los líderes comunitarios de 25 municipios donde se ubican los 26 Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), para mejorar el acceso a servicios integrales de atención primaria en salud, con énfasis en salud sexual y reproductiva, salud mental, prevención del consumo de sustancias psicoactivas, atención a la infancia y salud nutricional; como uno de los aportes para el proceso de construcción de paz en el país.

De manera articulada con las secretarías de salud departamentales, las secretarías municipales y los hospitales a donde llega el proyecto, se ha capacitado a profesionales de la salud en derechos humanos, Atención de Enfermedades Prevalentes en la Infancia (AIEPI clínico), salud nutricional, salud mental y prevención de consumo de sustancias psicoactivas y alcohol; salud materna,  ‘prácticas obstétricas que salvan vidas’ para las emergencias relacionadas con el embarazo y el parto; salud materna, métodos anticonceptivos, interrupción voluntaria del embarazo y atención a la violencia sexual.

También, desarrolla procesos de formación a líderes y lideresas comunitarios de los municipios donde se encuentran los ETCR en atención de enfermedades prevalentes de la infancia (AIEPI Comunitario), derechos sexuales y reproductivos, desarrollo de actividades extramurales, y como auxiliares en salud pública, a través del SENA.

Según la lideresa de la Vereda San Ignacio del Municipio de Buenos Aires, Cauca, Jennifer Fernández Medina: “No es ajeno el hecho de que en las zonas más apartadas geográficamente hay vulneración de los derechos, sobre todo en el tema de salud. Hoy nos llena de felicidad saber que ayudaremos a muchos, que aportaremos para la paz en la medida en que se mejore la vida de las personas. Ser parte de este proceso significa empoderarnos de nuestra realidad. Cada uno de nosotros tenemos responsabilidad como miembros de nuestras comunidades. Somos parte de un proceso y tenemos un gran compromiso”.

Otro aporte importante del proyecto para fortalecer los servicios de salud es la entrega de insumos a los hospitales locales para la operación y el funcionamiento de Unidades de Atención Integral Comunitarias (UAIC) para la atención oportuna de niños y niñas con enfermedad diarreica y enfermedad respiratoria aguda, trajes antichoque para prevenir las hemorragias posparto, métodos anticonceptivos, kits de exposición a violencia sexual, desparasitación y entrega de micronutrientes.

“Este proyecto es una articulación virtuosa entre las agencias de Naciones Unidas y el Gobierno Nacional para tener una propuesta de salud de calidad, con equidad y para no dejar atrás a los más vulnerables” agregó Martín Santiago durante la socialización del proyecto.

El acceso a servicios de salud integrales y de calidad es una condición para el desarrollo y la construcción de paz, ya que el impacto que tiene una oferta y funcionamiento adecuado del servicio en la vida de las personas, especialmente en aquellas en condiciones de pobreza, en situaciones de inequidad económica, social y geográfica; violencias de género, entre otros, permitirá mejorar su calidad de vida, autonomía, oportunidades y por tanto su desarrollo personal y el de sus comunidades.