Mes de la madre 2022

Bogotá, mayo 31 de 2022. Las maternidades deseadas se traducen en mejor salud y bienestar para las personas y la sociedad, pues contribuyen a un mejor cuidado antes y durante la gestación, mejor atención prenatal desde los primeros meses, identificación temprana de riesgos y prevención de muertes maternas.

Sin embargo, hay un largo camino por recorrer para alcanzar un mundo donde cada embarazo sea deseado. Según el Estado de la Población Mundial 2022: Visibilizar lo Invisible[1] -, casi la mitad de todos los embarazos en el mundo, un total de 121 millones, son no intencionales, más del 60% de estos embarazos terminan en aborto y se estima que el 45% de todos los abortos son inseguros y producen el 13% de todas las muertes maternas. En Colombia, la mitad de los embarazos son no planeados, y de estos, el 40% son no deseados[2]. Situación que tiene importantes repercusiones en la capacidad del mundo para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS.

La mayor proporción de embarazos no planeados en Latinoamérica y el Caribe ocurre entre adolescentes (65% de los embarazos), lo que ubica a la región en el primer lugar a nivel global[3]. Los embarazos en la infancia y la adolescencia evidencian las inmensas inequidades sociales, educativas y económicas por razones de género, etnia, ruralidad, migración, conflicto armado, discapacidad, al tiempo que las perpetúa, pues impiden a niñas y adolescentes superar estas inequidades a las que se ven sometidas.

En Colombia, durante 2020 se registraron 4.301 nacimientos entre menores de 10 a 14 años y 110.672 entre adolescentes de 15 a 19 años, también se evidenciaron 2 muertes maternas de niñas de 10 a 14 años asociadas al embarazo, el parto y el puerperio, y 82 muertes de adolescentes de 15-19. Con relación al 2021, datos preliminares al 31 de octubre de ese año, reportan 3.884 nacimientos entre menores de 10 a 14 años y 88.217 entre adolescentes de 15 a 19 años, lo cual refleja un quiebre en la tendencia de reducción de los últimos años. Es importante resaltar que los más de 4 mil nacimientos anuales en niñas de 10 a 14 años en Colombia, suceden en un contexto de abuso y violencia sexual, constituyen una evidente y grave vulneración a sus derechos fundamentales y se reconoce como delito dentro del Código Penal colombiano[4].

Con este panorama, el embarazo no planeado es tanto una causa como un efecto de las restricciones a la autonomía corporal de las mujeres, y más grave aún, de las niñas y adolescentes. Es una vulneración de los derechos sexuales y reproductivos, pues evidencia las brechas y barreras para el acceso a la educación integral para la sexualidad, la posibilidad efectiva de acceder a información y a métodos anticonceptivos modernos, y el riesgo de las violencias por razones de género, en particular la violencia sexual.

En el mes de la madre 2022, el Fondo de Población de las Naciones Unidas – UNFPA – Colombia, resalta la importancia de las maternidades deseadas, como resultado del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de niñas, adolescentes y mujeres, y de su garantía a través del acceso efectivo a información y servicios de salud sexual y reproductiva integrales. Así mismo, UNFPA comparte algunas recomendaciones para contribuir a garantizar maternidades deseadas:

• Acceso a información y Educación Integral en Sexualidad – EIS, para empoderar a las niñas, y como indica la evidencia, les permite tomar decisiones informadas.
• Escuchar las voces de niñas, adolescentes y mujeres, al diseñar respuestas a la crisis de los embarazos no planeados. Las alianzas con organizaciones de mujeres pueden garantizar que sus necesidades reales se incluyan en la creación de políticas públicas.
• Es importante priorizar la inversión en investigación para comprender mejor las causas e impactos de los embarazos no planeados y garantizar que las personas tengan acceso a anticonceptivos según sus necesidades y circunstancias.
• Los sistemas de salud deben proporcionar servicios integrales de salud sexual y reproductiva, libres de estigma y apoyo a la autonomía corporal.
• Promover la igualdad de género en todas las áreas de la política, incluida la eliminación de las barreras para que niñas, adolescentes y mujeres completen su educación e ingresen a la fuerza laboral.
• Las niñas, adolescentes y mujeres deben tener participación igual, con reconocimiento en todo momento y en todo escenario.

Estos esfuerzos nos acercarán a nuestra visión compartida para la humanidad: un mundo en el que cada embarazo sea deseado y cada persona disfrute de la plena realización de sus derechos y potencial.

Con la iniciativa - Mayo, por los derechos y la salud de las mujeres -, resaltamos su derecho a acceder a información y servicios integrales de salud sexual y reproductiva para fortalecer su autonomía y la garantía de los derechos sexuales y reproductivos. Así mismo, ratificamos nuestro compromiso de continuar promoviendo el empoderando de niñas, adolescentes y mujeres de modo que puedan tomar decisiones afirmativas sobre las relaciones sexuales, la anticoncepción y la maternidad, aparte de fomentar sociedades que reconozcan su valor total. Si lo hacen, las mujeres y las niñas podrán contribuir plenamente a la sociedad y contarán con herramientas, información y el poder para tomar esta decisión fundamental –la de tener hijos o no– por sí solas.