Bogotá, 11 de julio de 2018. Día Mundial de la Población. - El Fondo de Población de las Naciones Unidas conmemora el acuerdo histórico de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que resolvió el 13 de mayo de 1968 en la Proclamación de Teherán, la anticoncepción como un derecho humano.
Entender la anticoncepción como un derecho que puede ser ejercido libremente para vivir la sexualidad de manera independiente de la reproducción, ha sido fundamental para que las personas, en especial las mujeres, tomen decisiones autónomas sobre su cuerpo, y en consecuencia sobre su salud y su vida.
Históricamente el control sobre el cuerpo de las mujeres les ha pertenecido a otros, su padre o familia decidían sobre él, eran cuidadores de la virginidad, la cual sería entregada a quien fuera su pareja o esposo, quien también actuaría como su dueño. La maternidad entonces no era una opción, se entendía como una obligación familiar y social que estaba ligada al hecho de ser mujer, así como el hecho de estar a cargo del hogar y del cuidado.
Con los movimientos feministas en el mundo, las mujeres exigieron que se les tratara como personas, que les confirieran los mismos derechos de los que gozaban los hombres, lo cual no sólo hacía referencia a la participación política o ciudadana, a mejores condiciones laborales, sino también, a algo fundamental, el derecho a decidir sobre su cuerpo, sexualidad y reproducción. En este proceso, la anticoncepción tuvo un papel fundamental, ya que abrió el camino para que mujeres y hombres tuvieran la potestad de optar por tener hijas o hijos, cuántos, con quién, cuándo y cada cuánto; hecho determinante para la igualdad de género y el desarrollo de los países.
En Colombia, el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva incluida la anticoncepción está contemplado en la Política Nacional de Sexualidad, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos (2014), la cual entiende la sexualidad como una condición humana prioritaria para el desarrollo de las personas. Y en esta medida, enmarca la anticoncepción dentro del principio de la libertad sexual y libertad reproductiva expresado en el respeto a la dignidad humana, que a su vez, potencia el ejercicio de derechos sexuales como: el de fortalecer la autonomía en el ejercicio de la sexualidad, explorar y disfrutar de una vida sexual placentera, protegerse y prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual; y los derechos reproductivos que se refieren a: decidir libremente si se desea tener hijos o hijas, el número y el espacio de tiempo entre un embarazo y otro.
A pesar del enorme progreso desde 1968 con la Proclamación de Teherán, en el mundo 214 millones de mujeres siguen sin tener acceso a los anticonceptivos modernos. En Colombia, las barreras para acceder o usar un método anticonceptivo siguen siendo una dificultad para limitar el número de hijos o hijas y espaciar el tiempo entre un embarazo y otro, lo que se define como necesidad insatisfecha en anticoncepción.
Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (2015) la necesidad insatisfecha de acceso a métodos anticonceptivos de las mujeres entre 13 y 49 años es mayor en las que no tienen educación formal, las que están en mayor condición de pobreza y en las que viven en el área rural. Es decir, en las mujeres de la zona rural, la necesidad insatisfecha continúa siendo mayor (7%) con relación a la de la zona urbana (5,1%). Más de la mitad de las mujeres sin educación tienen una mayor necesidad insatisfecha (11,9%) con respecto a las que tienen educación superior (5%). Y las mujeres con el nivel más bajo de riqueza presentan mayor necesidad insatisfecha (8%) con respecto a las del nivel más alto (3,2%).
Por otra parte, si esta situación se revisa en las adolescentes, se puede observar que existe una mayor necesidad insatisfecha en las mujeres de 15 a 19 años que conviven con su pareja (19,3%) que en las que no están en ningún tipo de unión (16,6%).
Lo anterior es una expresión de las desigualdades sociales, económicas, territoriales y de género que inciden en el aumento de embarazos no deseados, embarazos en la infancia y la adolescencia, la mortalidad y morbilidad materna e infantil, y en la vulneración de los derechos humanos sexuales y los derechos reproductivos.
Acciones en territorio
El Fondo de Población de las Naciones Unidas durante el 2018, con el fin de contribuir en Colombia a la garantía de los derechos sexuales y reproductivos y a la construcción de la paz, a través del Proyecto “Salud para la Paz, fortaleciendo comunidades”*, con el cual se ha formado en derechos sexuales y derechos reproductivos y anticoncepción a 342 profesionales de la salud y a 637 mujeres y jóvenes de las zonas rurales de 14 departamentos y 25 municipios del país.
*´Salud para la Paz, fortaleciendo comunicades' es un proyecto realizado por OPS/OMS, UNFPA y OIM en coordinación con el Ministerio de Salud y Protección Social, y con el apoyo del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Posconflicto.
Mayor información:
Grace Montserrat Torrente Rodríguez
Asesora de comunicaciones UNFPA
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