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Anticoncepción: empoderando personas, desarrollando naciones

Bogotá, 11 de julio de 2017. El Fondo de Población de las Naciones Unidas, en el Día Mundial de Población 2017 hace un llamado a todos los sectores del país para incrementar los esfuerzos y la inversión para superar las barreras de acceso a la anticoncepción de la población colombiana, especialmente de las mujeres y jóvenes con necesidades insatisfechas.

Actualmente, alrededor de 214 millones de mujeres a nivel mundial presentan una demanda insatisfecha en anticoncepción moderna; lograr que ellas superen las barreras de acceso a los métodos anticonceptivos es fundamental para los países, ya que representan el 84% del total de embarazos no planeados en las regiones en vía de desarrollo[1].

Con el propósito de visibilizar los desafíos que tiene el país para el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, el Fondo de Población de las Naciones Unidas con el apoyo de la Universidad Central, realizarán el foro: “Anticoncepción: impactos y desafíos para el empoderamiento de las personas y el desarrollo sostenible, en el contexto de construcción de paz en Colombia”, el 11 de julio de 2017 de 8:30 a.m. a 12 m., en el auditorio Fundadores de la ciudad de Bogotá, ubicado en la calle 22 N° 5-91.

En Colombia, el acceso a los métodos anticonceptivos modernos ha incrementado en los últimos años. En las mujeres unidas su uso ascendió de 72,9% en el 2010 a 75,9% en el 2015 y en las mujeres no unidas con actividad sexual reciente, su uso pasó de 75,1% en el 2010 a 77,7% en el 2015. Sin embargo se siguen presentando brechas de uso y acceso, así como de necesidad insatisfecha sobre todo en las zonas rurales, en las mujeres sin educación formal y con los niveles de riqueza más bajos. Así mismo, la prevalencia de necesidad insatisfecha más alta está entre las mujeres de 15 a 29 años[2], y en departamentos como Chocó, Guainía, La Guajira, Vaupés, lugares que también tienen altos niveles de pobreza del país.

Las dificultades que enfrentan las mujeres para la toma de decisiones sobre el número de hijos o hijas que desean tener, el momento de su vida en el que quisieran hacerlo, o si quieren o no ser madres, impide que millones de ellas tengan acceso a oportunidades laborales dignas y a una mejor calidad de vida. Lo anterior se traduce en enormes pérdidas para las economías de los países y sus niveles de productividad. Ampliar el acceso a la anticoncepción puede tener un impacto positivo en el crecimiento económico y la reducción de la pobreza.

La Política Nacional de Sexualidad, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos entiende la anticoncepción como parte fundamental del ejercicio libre y seguro de la sexualidad y la reproducción de todas las personas. Así mismo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible comprenden que el acceso a los métodos modernos de anticoncepción es condición para el cumplimiento del Objetivo 3 Salud y Bienestar, específicamente la meta 3.7., cuyo propósito es garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva; en este sentido, la anticoncepción como derecho humano es fundamental para la erradicación de la pobreza y la igualdad de género, Objetivos 1 y 5 respectivamente.

Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, para el 2015 el promedio ideal de fecundidad es de dos hijos o hijas por mujer. El 31% de las mujeres que tienen dos hijos o hijas, no desea tener más, y el  9,7% desea otro en dos años o más. Esto quiere decir que, a todas las mujeres, incluidas las que no han estado en embarazo, las que no lo desean y las que lo quieren hacer en un futuro, se les debe garantizar el acceso a métodos anticonceptivos modernos y a servicios de salud sexual y reproductiva. De esto depende que se logren mayores avances en la prevención de embarazos no deseados, muertes maternas prevenibles y abortos inseguros.

Garantizar la anticoncepción es un proceso integral que incluye información, asesoría y acceso a métodos anticonceptivos modernos suficientes y de calidad para todas las personas sin importar su edad, si han iniciado su vida sexual o si se encuentran en unión. La capacidad de decidir de cada persona fortalece su autonomía, aumenta su autoestima y permite que tengan mayores oportunidades para mejorar su calidad de vida. El desarrollo de los países depende de que cada mujer, hombre, adolescente, joven, niña o niño pueda gozar de sus derechos y los pueda ejercer sin ningún tipo de limitación, incluida su salud sexual y reproductiva, determinante para el acceso a la educación, oportunidades laborales dignas, prevención de violencias y otros factores claves en el crecimiento económico del país.

Invertir en la salud sexual y reproductiva de las personas es una necesidad para el desarrollo sostenible.

[1] Tomado del Estudio “Haciendo cuentas: Invertir en anticoncepción y salud materna y neonatal, 2017” del Instituto Guttmacher. Consultar en: https://goo.gl/yhjY7n
[2] Datos tomados de los capítulos 8 y 10 de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, 2015. Consultar en: http://profamilia.org.co/docs/ENDS%20TOMO%20II.pdf


Información relacionada:
• Invitación al foro: https://goo.gl/sFYXLu
• Escuche el programa sobre Anticoncepción, producidos por Voces Unidas, la radio de la ONU en Colombia en: http://nacionesunidas.org.co/radio_files/Programa_198_Voces_Unidas_Antic...


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