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Desde finales del 2015, UNFPA, UNICEF, OPS/OMS y PMA, vienen impulsando un proyecto interagencial sobre salud materna indígena para contribuir a mejorar la respuesta tanto institucional como comunitaria para reducir la muerte materna e infantil en poblaciones indígenas de territorios rezagados de los departamentos de La Guajira y Cesar, que ostentan cifras muy superiores a los promedios nacionales, reflejando grandes inequidades en la materialización de los derechos, incluyendo la salud.

Gestantes y los niños/as indígenas en Colombia: vulnerables.

Colombia no logró cumplir el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) No. 5, sobre la reducción de la mortalidad materna, que para el año 2013 estaba en 55.25 por 100.000 nacidos vivos, en promedio nacional, frente a la meta definida en el ODM: 45 por 100.000 nacidos vivos. Existen grandes inequidades en los resultados en salud materna por territorio: es así como Chocó y la Guajira tienen de las mayores razones de muertes maternas en el país, 255 y 199, respectivamente, que en comparación con el promedio nacional demuestran una preocupante desigualdad en salud.

En cuanto a la pertenencia étnica, las mujeres indígenas tienen entre tres y cinco veces más riesgo de morir por razones relacionadas con la gestación, el parto y el puerperio comparadas con las mujeres no indígenas; en las afrodescendientes este riesgo de muerte es dos veces mayor. Para las mujeres que no tienen escolaridad o que cursaron primaria, este riesgo es cinco veces mayor comparado con las que alcanzaron secundaria o un nivel superior (MSPS – Informe de ODM, 2014). Lo anterior pone en evidencia cómo las desigualdades socio-económicas, unidas a la dispersión geográfica, la presencia de grupos armados y la falta de oferta articulada de servicios de salud, propias de las zonas rurales, constituyen las principales barreras de acceso para esta población.

Es necesario considerar la situación nutricional de las mujeres gestantes y su importancia en la reducción de la morbimortalidad materna y perinatal. La ENSIN 2010 evidencia que el 16,2% de las mujeres gestantes presentó bajo peso para su edad gestacional y que las mujeres más jóvenes (entre 13 y 18 años) fueron las más afectadas. Aproximadamente el 20% de las mujeres gestantes presentó anemia y de ellas el 57,3% presentó anemia por deficiencia de hierro. De igual manera la ENSIN mostró que las niñas indígenas y afrodescendientes entre 13 y 17 años presentaron prevalencias de anemia cercanas al 16%.

Por último, la mortalidad infantil ha venido disminuyendo de manera progresiva en el país. La línea de base en 1990 fue de 38.38 muertes por cada mil nacidos vivos y para 2012[1] Colombia presentó una tasa de mortalidad infantil de 17,47 muertes por 1000 N.V., representando una reducción de 55% en este indicador. A pesar de estar cerca de cumplir la meta nacional, la situación departamental es diferente: en el período de 2005-2011 se evidencia que Amazonas, Chocó, Vaupés y Guainía presentaron las tasas más altas de mortalidad en ese período.[2]

La muerte materna y neonatal se asocia con limitaciones en el acceso, la oportunidad, la pertinencia y la calidad[3] en la prestación de los servicios de salud, que se relacionan con la falta de reconocimiento de las niñas y mujeres como sujetos de derechos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos.

¿Qué persigue el proyecto de UNFPA, UNICEF, OPS/OMS y PMA?

 Generar evidencia:

Sobre las brechas e inequidades que determinan la mortalidad materna y neonatal en comunidades indígenas, y en zonas rurales e interfronterizas, para orientar la formulación de políticas, planes y programas y la toma de decisiones orientadas a la disminución de la mortalidad materna y neonatal.

Fortalecer las capacidades de las instituciones y las comunidades indígenas, para:

  1. Construir e implementar estrategias para la cobertura universal de salud a niños, niñas, adolescentes y mujeres gestantes de comunidades indígenas e interfronterizas.
  2. Impulsar y fortalecer acciones de carácter intrasectorial e intersectorial para articular planes y programas que favorezcan la salud de las niñas, adolescentes y mujeres en comunidades indígenas e interfronterizas
  3. Promover procesos de participación y desarrollo comunitario para que las respuestas comunitarias-indígenas se articulen con las institucionales.
  4. Desarrollar una estrategia para incrementar las capacidades de las autoridades indígenas y de las mujeres y adolescentes en la toma de decisiones en salud sexual y reproductiva.
  5. Incorporar temas integrales en la formación de las mujeres y las comunidades, incluyendo la seguridad alimentaria y nutricional.

Las acciones se vienen desarrollando en comunidades indígenas en los departamentos de Guajira (etnia Wayúu) y Magdalena – Cesar (etnia Iku). En una segunda fase se ampliará este trabajo a los departamentos de Nariño y Cauca.

 

Comunidades indígenas e instituciones realizan diálogos deliberativos

Durante los pasados 31 de mayo y 1 de junio, líderes y lideresas indígenas wayuu y arhuacas sostuvieron en Bogotá un encuentro con autoridades de salud nacionales para compartir los principales hallazgos en mortalidad materna y neonatal en la población Wayuu y Arhuaca, a propósito de una investigación realizada por la Universidad Javeriana en el marco del proyecto interagencial. A raíz de esto, se construyeron las siguientes propuestas de intervención en las comunidades indígenas para el mejoramiento de la salud y la nutrición de las mujeres gestantes y los infantes.

 

 

Consulta y concertación de las intervenciones sobre el territorio: fortalecer la organización comunitaria, y en particular, empoderar a las mujeres y conservar y defender el territorio y sus concepciones de desarrollo, desde la autonomía y cosmovisión de los pueblos.

Soberanía y seguridad alimentaria: Fomento de cultivos propios de la región, eliminación del asistencialismo que va en detrimento de formas culturales sostenibles de disponibilidad de alimentos, y comercialización de artesanías y generación de recursos para la seguridad alimentaria.

Empoderamiento de la mujer: procesos de capacitación a líderes y liderezas comunitarias sobre género y derechos sexuales y reproductivos y estímulo a procesos artesanales de las mujeres para el fortalecimiento real del papel de la mujer en la comunidad.

Implementación del enfoque diferencial en las políticas: implementación de enfoque diferencial para pueblos indígenas en las normas y políticas del sector salud, incluyendo un sistema de información que caracterice población indígena.

Veeduría ciudadana sobre asignación y uso de recursos: las organizaciones y comunidades indígenas deben supervisar, verificar, y respetar la destinación de los recursos, denunciar la corrupción y el uso inadecuado de los mismos.

Mejoramiento del estado nutricional de la población: educación a la gestante sobre buena alimentación y lactancia, rescate de prácticas propias y acceso a micronutrientes y complementos alimenticios para mujer gestante culturalmente aceptados.

Fortalecimiento del sistema de salud propio y desarrollo e implementación del SISPI: materialización del derecho a la salud según convenio 169 e intercambio de saberes entre las comunidades y el sistema de salud para el fortalecimiento y mejor realización de la partería y la medicina tradicional. A su vez, reconocimiento de las parteras al interior de las comunidades, y reorientación de prácticas tradicionales potencialmente nocivas: edad de primer hijo, espaciado entre hijos, cuidado prenatal, uso de servicios formales de salud. Implementación de casas maternas (hogares de paso).

Adecuación cultural del sistema de salud formal de acuerdo a pueblos indígenas: ajuste de normatividad para la atención de los pueblos indígenas, respetando autonomía y procesos culturales propios, controlando la fragmentación y dispersión de prestadores/aseguradores de salud, mejorando la calidad de los servicios de hospitales públicos y garantizando equipos para la atención extramural en comunidades rurales.

Articulación entre el sistema de salud propio y el sistema de salud no indígena en un marco de interculturalidad:

  • Promoción/creación de espacios de diálogo y concertación entre Ministerio de salud, entes territoriales y comunidades para la articulación entre los dos sistemas de salud.
  • Ruta integral de atención para gestantes y neonatos
  • Diálogo con autoridades espirituales (Mamo) y practicantes tradicionales.
  • Trabajo articulado con parteras.
  • Reconocimiento y normatividad del ejercicio de la partería tradicional en el país.
  • Formación del personal de salud indígena intercultural.
  • Capacitación a promotores rurales y a personal de salud no indígena frente a las realidades de salud de las comunidades.

Los siguientes pasos estarán orientados a poner en práctica estas estrategias de acuerdo a la priorización que realicen las comunidades wayuu y arhuaca. Dato de mortalidad infantil ajustada reportado por DNP para 2012.  Consultado en https://sinergia.dnp.gov.co/portaldnp/

forme de seguimiento de los objetivos de desarrollo del milenio. Departamento Nacional de Planeación, 2013.

Informe final del evento mortalidad materna, Colombia 2013/ grupo maternidad segura. INS Junio 24 del 2014, p. 34.